El turismo hacia Zaragoza hay que potenciarlo más

A los que llegan por primera vez a Zaragoza y ven en una noche la silueta del Pilar sobre el Ebro se quedan durante unos instantes convencidos de que es un gran monumento en un gran lugar. Simplemente impresiona.

Durante muchas décadas al visitante le ofrecíamos con la misma facilidad la visita a El Pilar y a La Seo, en un conjunto de plaza enorme y llena de lugares para disfrutar del arte. Con la renovación y restauración de La Seo vino pagar por entrar y dificultar las visitas de los turistas que muchas veces también buscan la ciudad fácil y amable, la que muestra sus encantos y bellezas sin añadidos económicos.

Crece el turismo en Zaragoza, pero seguimos sin aprovechar todos sus encantos y posibilidades, a veces muy dispersos y poco promocionados. Somos ciudad de museos, de exposiciones, de congresos, de gastronomía, de urbanismo moderno y antiguo, de mudéjar, de historia, de parques, de ríos y agua, de fiestas religiosas y lúdicas, de salas de fiesta.

Pero hay que trabajar más la cultura constante, cuidar sin descuido las orillas del Ebro, resolver el transporte desde el aeropuerto, terminar de una vez El Tubo, crear al menos un mercado “diferente”, potenciar el casco histórico, posicionar mejor el Centro de Historias y el Pablo Serrano mientras se programa sin descanso La Lonja, el Palacio Sástago y el Pablo Gargallo, crear una red de arte contemporáneo y el tan esperado museo contemporáneo que nunca llegará, reprogramar más contenidos de fiestas pensando también en los visitantes ocasionales, crear una red de habitaciones hosteleras a precio competitivo con independencia del número de estrellas uniendo calidad y precio.

El Ebro es la calle mayor de Zaragoza y hay que cuidarlo más

El cuidado del Ebro a su paso por Zaragoza es cuando menos escaso y volvemos a nuestra ancestral visión reducida de pensar que el Ebro es un “estorbo” para la ciudad en vez de una calle principal a la que hay que cuidar y dar sentido urbano.

Tras la retirada de las 12 toneladas de algas en los tres tramos sobre los que se ha actuado, nos quedan decisiones más costosos y complejas, como volver a poner en caudal zonas que ahora no tienen profundidad y que representan un serio peligro si volviera una riada de las que periódicamente tiene el río Ebro por Zaragoza. En algunas zonas de la margen izquierda estamos hablando de la pérdida de un metro de profundidad, de la creación de grandes playas de piedras por efecto de las obras de la Expo o de los nuevos edificios junto a Helios, y que convierten al Ebro en un río peligroso en los inviernos duros y en un río poco natural o manipulado por las actuaciones in control.

Si a eso le añadimos —como hoy mismo ha vuelto a reiterar la Asociación Vecinal del Arrabal— de la mala calidad en la que hemos convertido el Parque Macanaz, desconocido para los muchos que tenemos el recuerdo de una zona casi boscosa, con mucha sombra y muy útil para los veranos duros de Zaragoza, nos damos cuenta que las actuaciones sobre las orillas del Ebro, han resultado muy “guapas” para un momento particular, pero que hay que seguir trabajando sobre el Ebro y su entorno más cercano pues representa una gran riqueza para Zaragoza y para sus vecinos.

Y no, por favor, no, que no se me hable de presupuestos. Hacer un trabajo bien o mal, no es cuestión de presupuestos sino de decisión y errores. Exigir que las obras privadas se hagan con arreglo a ley es cuestión de estar trabajando cuando se deben tomar decisiones. El Ebro es de todos los aragoneses, no solo de los zaragozanos. Lo dido para que lo escuche la DGA.

Los problemas sociales son comunes; las soluciones adaptables

Como pequeño político que de forma altruista se dedica a intentar conocer los problemas sociales y sus posibles soluciones, he tenido la suerte de asistir a las Primeras Jornadas sobre Municipalismo que Espacio Plural ha realizado en Barcelona este fin de semana. Sencillamente fabulosas tanto las intervenciones de profesores de la Universidad de Cataluña (sobre todo la de Joan Subirats) como los talleres  para debatir “El futuro de los gobiernos locales, entre la recentralización y la subsidiaridad”, “Los servicios públicos para pueblos y ciudades inclusivas”, “Municipios y sostenibilidad territorial” o “Radicalidad democrática, una nueva democracia para un nuevo municipalismo”.

Estamos en un tiempo de crisis, de cambio de modelo, pero con problemas comunes en la relación con la sociedad que necesita siempre que sus problemas sean bien gestionados, con limpieza, con eficacia, con claridad e información, de forma “barata”, con participación pero entendiendo la participación desde un enfoque más moderno, más adaptado a las nuevas realidades de implicación social, de interacción con la sociedad.

Detectar en los talleres, que tus problemas en Delicias, La Jota o Las Fuentes son similares o incluso iguales a los de Valencia, Hospitalet o Palma de Mallorca es un lujo, pues nos indica que no son tan complejas y personalistas las soluciones, que es todo más predecible y por ello más sencillo, y que el trabajo social muchas veces se basa “también” en poner en valor el respeto político y el trabajo simplemente bien hecho. Lo complejo con la que está cayendo tras la que ya había caído antes, es lograr que se respete al político como un gestor válido sobre el que confían las personas. Trabajamos para los ciudadanos, muchos de nosotros de forma voluntaria y altruista, y es imprescindible que ellos (vosotros) empecéis a confiar “un poquito” en vuestros políticos. Sí, lo sabemos. Es muy complicado, pero eso es lo interesante.

Zonas verdes en Zaragoza. Muchas, pero con poco mantenimiento

Cuando vuelves a Zaragoza tras un viaje de unos días por otras ciudades, observas —mucho mejor que cuando estás inmenso en nuestra ciudad—, el gran número de árboles que conviven con todos nosotros. Zaragoza es una ciudad muy arbolada, sin duda más por unos barrios que por otros —y aquí los nuevos salen ganando—, pero podemos estar orgullosos de nuestras muchas zonas verdes, aunque tal vez no tanto de nuestros parques a los que califico con una nota bastante más deficiente.

En la misma medida que Zaragoza disfruta de un gran número de zonas verdes y de muchos árboles diseminados por nuestras calles, no se tiende a cuidar en la misma medida sus parques, en comparación a otras ciudades. Y aquí las comparaciones son tanto con grandes ciudades como pequeñas, muchas de ellas vecinas y a no mucha distancia y por ello fácilmente comparables.

Zaragoza dispuso —que yo sepa hasta los años 80— de una excelente Escuela de Jardinería que hoy no goza del mismo cuidado posiblemente por presupuesto y decisión política. Son famosas sus exposiciones de trabajos de jardinería en el Parque José Antonio Labordeta o en el Edificio del Matadero de Miguel Servet. Debe cuidarse más la calidad de lo ya construido para dotar a Zaragoza de una representación para el turismo que dentro del gran problema que supone la climatología en nuestra ciudad, sirva para poner en valor lo que ya fuimos en otras décadas y que ahora está perdido. Es triste ver descuidos en parques importantes, zonas convertidas en barrizales, espacios mal cuidados por donde el tiempo pasa y destroza sin un mantenimiento suficiente. Así Zaragoza no está a la altura que ya estaba en otros tiempos. Para no cuidarse, no deben seguir construyendo más zonas verdes mal tratadas en el futuro.

La Fuente de la Hispanidad de Zaragoza, fondo y forma

Haciendo de cicerone con unos familiares lejanos por mi Zaragoza, se quedaron sorprendidos de la Fuente de la Hispanidad situada en la Plaza del Pilar cercana a las Murallas Romanas. Les pareció curiosa la lámina de agua en la calzada y la presentación de la caída del agua. ¿Pero qué representa me preguntaron?

Me pillaron en un primer momento. Representa a la Hispanidad, pero ¿cómo?, ¿es el mapa de algún país en concreto, de toda América? Así que me puse a buscar para saber qué era lo que realmente se ve y lo que se debería ver en la Fuente de la Hispanidad. Y os dejo lo encontrado por esta santa biblioteca inmensa que es Internet, donde queda muy claro qué representa la Fuente de la Plaza del Pilar. No es fácil adivinarla desde el suelo, pero desde la vista aérea, está muy claro qué representa.

 

Fuente de la Princesa de Zaragoza, en la arboleda de Macanaz

Durante algo menos de 10 años, la Fuente de la Princesa que estuvo antes en la actual Plaza de España, fue montada con más pena que gloria en la Arboleda de Macanaz de Zaragoza.

No hay muchas imágenes que recuerdan esos tiempos, en donde la Fuente de la Princesa incluso, no llegó nunca a echar agua por sus caños, pues simplemente fue casi montada y abandonada en este soto de ribera de Macanaz, sin cuidar ni urbanizar. Miraba al Pilar pero pasó sin pena ni gloria hasta que definitivamente fue trasladada al Parque José Antonio Labordeta.

Fuente por cierto, que agradecería de muy buen grado una reforma, sobre todo para que la degradación no acabe con ella, tras muchas décadas entre todos los zaragozanos.

CHA celebra el 25 aniversario en Villamayor de Gállego

Hoy ha sido la Fiesta de Chunta Aragonesista en Villamayor de Gállego, una de las localidades aragonesas en donde CHA dispone de alcaldía. Una jornada lúdica y entre amigas y amigos, en donde el calor nos ha castigado, aunque el lugar de reunión disponía de un suficiente aire acondicionado.

Por la mañana un grupo más bien pequeño de atrevidos osados nos hemos acercado hasta la milenaria sabina de Villamayor para tomar un refrigerio y recoger fuerzas con su presencia convertida un símbolo de un Aragón que ahora ya no dispone de esos bosques de sabinas por culpa de latrocinio desde malos gobiernos centrales que talaron todos los bosques hace siglos.

La presidenta de Chunta Aragonesista (CHA) Nieves Ibeas, ha indicado en su intervención durante el acto de celebración del 25º aniversario celebrado en Villamayor de Gállego, que «ahora, más que nunca, se necesita una voz aragonesista que defienda los intereses de Aragón». «Villamayor es el símbolo de la labor y el compromiso constante, tenaz y claro de la gente de CHA en la defensa de las propuestas e ideas». En esta línea, Nieves ha destacado que «no es cierto que todos los partidos somos iguales, en CHA somos diferentes porque estamos en política con honradez y con un claro sentimiento de servicio público a la ciudadanía».

>Expo Paisajes 2014, en Zaragoza, junto al Gállego

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Hoy se vuelve a insistir que es ya prácticamente imposible hacer Expo Paisajes 2014 en Zaragoza, al no haber iniciado la plantación de árboles en su tiempo. No hubo consenso político, cuando en realidad era positivo para Zaragoza, como se demuestra por la numerosas muestras similares que se realizan en Europa todas las décadas.

Pero en Zaragoza somos algo especiales para poner piedras en las ruedas de los carros, tal vez por culpa del cierzo que nos vuelve algo “nerviosos”. En principio todo lo que fiera mejorar nuestra ciudad debería ser bueno, y si no que se lo pregunten a los vecinos de cualquiera de las otras 9 ciudades españolas de entre las 10 más habitadas por poner un ejemplo fácil, para saber qué hubieran dicho ellas sobre una posibilidad parecida.

Bein, pero todavía nos queda un cartucho en la recámara, mecahis. Hacer la Expo Paisajes 2014 en la zona de la desembocadura del Gállego, al ser una zona con una plantación de árboles de ribera de un cierto tamaño que podrían servir para ofrecer una imagen de parque asentado al que se pueden añadir nuevos elementos vegetales para convertir la zona en un parque novedoso que además serviría para revitalizar la zona del Este de Zaragoza.

Pero no os preocupéis, que esto tampoco servirá de nada, pues estamos más pendientes de cómo pagar esto, que de saber por qué hemos gastado tanto en otros proyectos muy importantes hoy en la basura. Diremos hasta la saciedad que esto es una inutilidad aunque sirva para tener un parque nuevo y lograr dar sentido a una zona de la ciudad muy cercana al centro; pero no diremos que el Pabellón Puente de la Expo de la Expo 2008 fue un fracaso y una tontería manifiesta de tamaño sumo o que el Proyecto Teatro Fleta ha tirado por el desagüe mucho millones para nada.

>Zaragoza debe contar con espacios para celebrar la Cincomarzada con más seguridad y comodidad

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Ha vuelto a quedar demostrado que el Parque de Oriente es una mala ubicación para la Cincomarzada, esta vez por saturación, incapaz de soportar esta zona verde las casi 150.000 personas que dicen algunos llegaron a ir a la fiesta del Cinco de Marzo en Zaragoza.

Es algo sencillo de entender, es imposible meter 150.000 personas en una zona verde asentada de Zaragoza, excepto en el Parque Grande o los Pinares de Venecia, sin que se resienta la zona de parque y sin que la seguridad tenga momentos críticos. Mientras no suceda nada, todo es maravilloso si la gente cabe, pero si sucede el mínimo problema de seguridad o miedo los problemas son muy serios en el Parque de Oriente, con la llegada de vehículos desde una dirección única pues la otra dirección sería para salir. Y en la dirección de llegada hay que dar una vuelta grande pues el terraplén impide acceder de manera más rápida (o bien desde la zona del Puente de La Unión o desde Balbino Orensanz). Está estudiado el problema pero se sigue haciendo oídos sordos, y esperemos por el bien de todos que nunca suceda nada.

Pero personalmente voy más allá. Habiendo zonas amplias y vacías en la ciudad, que son accesibles desde todos los lados, hay que dotar de elementos fijos y suficientes a estas zonas para convertirlas en lugares para este tipo de acontecimientos y fiestas. Elementos fijos pero no estoy hablando de casetas o carpas sino de cableado enterrado, zonas de desagüe para aguas fecales o de tomas de agua repartidas por todas las zonas que servirían para poder montar elementos movibles. Ya es hora de que Zaragoza cuente con zonas para este tipo de fiestas que es que somos una ciudad grande, por favor.

>Un funcionario lumbreras poniendo bancos en una calle junto a un parque

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Esta imagen es de La Almozara de Zaragoza. Un futuro paseo con zonas verdes a su derecha, que ya son casi parque pues hay árboles plantados pero no así unos jardines cuidados. Pero es el final del Parque de la Aljafería y es previsible que en un futuro próximo esté mucho mejor.

Pero hubo un lumbreras que cuando tuvo que decidir cómo poner los bancos para sentarse, dudó; y dudó tanto que los colocó mirando a los coches en vez de ponerlos mirando a lo que serán zonas verdes.
No es el único banco de la calle mirando a los coches y con calefacción en invierno si el coche está recién aparcado, están puestos de forma aleatoria, tal vez convencido de que así sólo se equivocaría en la mitad de ellos.

Vamos, un lumbreras que no supo ni preguntar a los vecinos.