El Ayuntamiento de Zaragoza debe tomar medidas por el servicio de Tuzsa, cada vez con más problemas

Mientras todos los zaragozanos sufrimos una huelga de Tuzsa casi en silencio, los mismos trabajadores de Tuzsa han criticado los recortes que la compañía está aplicado en el recorrido de las líneas de autobús 24 y 36 al suprimir el servicio en el polígono de la carretera de Madrid, a la altura de Alcampo, lo que perjudica a los usuarios del transporte público de estos barrios más los de Las Fuentes y Delicias.

La sección sindical de CUT en Tuzsa ha criticado que este recorte vaya también acompañado de una reducción del tiempo que los trabajadores tienen para realizar el recorrido de estas dos líneas, que dan servicio al barrio de Valdefierro, Delicias, Las Fuentes y Picarral.

«Este afán de Tuzsa» por hacer más kilómetros en el menor tiempo posible promueve que las frecuencias no se cumplan en este recorrido, una situación que empeora el servicio público, ha afirmado CUT en un comunicado. «Los autobuses, ante la falta de tiempo para realizar el recorrido, van con veinte minutos de retraso y no guardan la distancia correspondiente para mantener la frecuencia puesto que van de dos o de tres en tres«. El sindicato ha alertado de que se podría extender a otras líneas de autobús, por lo que se reunirá con la Federación de Asociaciones de Barrios y las Asociaciones de vecinos afectadas para analizar la situación.

Parece que vienen tiempos de recortes en los servicios, pero al menos sería deseable que se dijeran con claridad y no de tapadillo, como para engañar a los vecinos de Zaragoza. Nos merecemos algo más que el engaño disfrazado. ¿Qué opina el Ayuntamiento de Zaragoza de estos recortes y sobre la cada vez peor calidad de Tuzsa?

Tuzsa sigue en huelga, aunque no se quiera decir con la voz alta de la información necesaria

Pocos zaragozanos sufren de manera fuerte la actual huelga de Tuzsa con los autobuses urbanos de Zaragoza, pero existe y se deja notar para las personas que tenemos que utilizar el transporte público con bastante normalidad. Son muchas semanas sin que se sepa encontrar una solución.

Se necesita una mayor claridad y sobre todo más, mucha más información, de cómo afecta a las líneas y según horarios, los servicios mínimos que intentan paliar un servicio colapsado. El silencio huele a complicidad con la empresa para que no nos enteremos de un problema que se está enquistando en Zaragoza.

Como mínimo, cada día, debería darse publicidad por todos los medios de comunicación, cómo afecta a las diversas líeas, pues no a todas afecta por igual. Los ciudadanos tenemos que concoer alternativas para poder decidir.

Para Zaragoza, puede que lo mejor sea un gobierno municipal del PP.

Mientras desde IU de Madrid o de Extremadura se avisa de la complejidad para pactar con el PSOE por su nefasta relación en estos años de gobierno socialista, en donde se ha tratado muy mal al resto de fuerzas de izquierda en los respectivos órganos de gobierno municipal o autonómico; en Aragón tanto CHA como IU están llenos de las mismas dudas y sabores, pues las personas que han gobernado en barrios o desde el Pignatelli o la plaza del Pilar, no se merecen recibir ahora el abrazo de amigo, desde las personas que han tenido que soportar sus despechos.
Tristemente es así de sencillo.
Pero además hay serias dudas de que lo mejor para Zaragoza (con unos gobiernos totales del PP), sea mantener en periodos de crisis de liquidez y pagos, una isla en medio del océano azul.
Si al final el alcalde de Zaragoza es socialista, los dineros que nos puedan llegar a la ciudad serán menores (incluso, que ya es decir si lo comparamos con estos cuatro años de gobierno socialista en la DGA) y con muchas más excusas para no dar financiación a los ayuntamientos que no sean «suyos», que si se consiguen acuerdos puntuales con dirigentes populares que necesitarán el apoyo en algunas circunstancias desde otras fuerzas políticas.
Lo importante puede ser la suma de lo que se consiga en estos próximos cuatro años y no si quien gobierna es de derechas rancias o de derechas disfrazadas de izquierdas.